[enviado por Miguel Grynblat a cordobaporhonduras@gmail.com]
14-07-2009
Tras las declaraciones del mandatario boliviano Evo Morales, en las que acusó a Washington de respaldar el derrocamiento de Manuel Zelaya, la investigadora estadounidense Eva Golinger presentó las pruebas que involucran al gobierno de Obama. Mientras tanto, se intensifican las protestas en Tegucigalpa y otras ciudades del país centroamericano.
"Tengo información de primera de que el imperio, mediante el Comando Sur de Estados Unidos, hace el golpe de estado en Honduras", denunció el presidente Evo Morales en Montevideo, donde se reunió con su par uruguayo, Tabaré Vázquez.
Ambos mandatarios emitieron un documento conjunto en el que apoyaron al presidente legítimo Manuel Zelaya y negaron reconocimiento al gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti.
"Es una agresión, una provocación del imperio. Con Tabaré Vázquez expresamos nuestra solidaridad y apoyo al presidente Zelaya. Los dos países no vamos a reconocer a ningún otro presidente", explicó Morales al considerar que "lo que el año pasado tenía que pasar en Bolivia, un golpe civil, ahora está pasando en Honduras".
Horas después de estas declaraciones, la investigadora estadounidense Eva Golinger presentó pruebas sobre el papel del gobierno de Barack Obama, que fueron difundidas este martes por la Agencia Boliviana de Información (ABI).
Según Goligner, el Departamento de Estado no sólo tenía conocimiento previo del golpe, sino que financió y asesoró a los actores y organizaciones hondureñas que participaron en la asonada.
"La presencia militar estadounidense en Honduras, que ocupa la base militar de Soto Cano (Palmerola), autorizó el golpe de Estado con su complicidad tácita y la negativa a retirar su apoyo a los militares hondureños", mientras que el embajador norteamericano en Tegucigalpa, "Hugo Llorens, coordinó la expulsión del poder del presidente Manuel Zelaya, junto con el subsecretario de Estado Thomas Shannon y John Negroponte, quien trabaja actualmente como asesor de la Secretaria de Estado Hillary Clinton", sostuvo la investigadora.
Entre otras pruebas, Goligner destacó las siguientes:
-Desde el primer día del golpe, el gobierno de Washington ha hablado de las "dos partes" involucradas y la necesidad de un "diálogo" para restituir el orden constitucional, legitimando de esta forma a los golpistas.
-El Departamento de Estado se ha negado a calificar legalmente los sucesos de Honduras como un "golpe de Estado", no ha suspendido ni congelado su apoyo financiero y el comercio con el país, ni ha tomado medidas para presionar eficazmente al gobierno de facto.
-Washington manipuló a la Organización de Estados Americanos para alargar el tiempo de debate sobre lo que había que hacer y así no apoyar el regreso inmediato del presidente Zelaya al poder, como parte de una estrategia que sigue en pie y simplemente busca legitimar al gobierno de facto y desgastar al pueblo hondureño que todavía se resiste al golpe.
-La Secretaria de Estado Clinton y sus voceros dejaron de hablar del regreso del presidente Zelaya al poder luego de la designación de Oscar Arias, presidente de Costa Rica, como "mediador", y ahora califican al dictador que asumió el poder ilegalmente durante el golpe, Roberto Micheletti, como "presidente interino".
-La estrategia de "negociar" con los golpistas fue impuesta por el gobierno de Obama como una manera de desacreditar al presidente Zelaya -culpándolo por los hechos que provocaron el golpe- y legitimando a los golpistas.
-Congresistas estadounidenses -demócratas y republicanos- organizaron una visita de unos representantes de los golpistas de Honduras a Washington, a los que recibieron con honores en diferentes instituciones de la capital estadounidense.
-A pesar de que fue el senador republicano John McCain quien coordinó la visita de los golpistas a Washington a través de un bufete de lobby, The Cormac Group, actualmente es el abogado de Bill Clinton y amigo cercano de Hillary, Lanny Davis, a quien se ha contratado como "lobbista" para lograr la aceptación pública de Washington del gobierno de facto en Honduras.
-Otto Reich y el venezolano Robert Carmona-Borjas, quien fue abogado del dictador Pedro Carmona durante el golpe de Estado de Venezuela en Abril de 2002, ayudaron desde Washington a preparar el escenario para el golpe contra el presidente Zelaya en Honduras.
-El equipo de diseño del golpe de Estado en Honduras designado por Washington también incluía a un grupo de embajadores de Estados Unidos recientemente nombrados en Centroamérica, expertos en la desestabilización de la revolución cubana, y a Adolfo Franco, ex encargado del programa de Cuba de la USAID.
Ambos mandatarios emitieron un documento conjunto en el que apoyaron al presidente legítimo Manuel Zelaya y negaron reconocimiento al gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti.
"Es una agresión, una provocación del imperio. Con Tabaré Vázquez expresamos nuestra solidaridad y apoyo al presidente Zelaya. Los dos países no vamos a reconocer a ningún otro presidente", explicó Morales al considerar que "lo que el año pasado tenía que pasar en Bolivia, un golpe civil, ahora está pasando en Honduras".
Horas después de estas declaraciones, la investigadora estadounidense Eva Golinger presentó pruebas sobre el papel del gobierno de Barack Obama, que fueron difundidas este martes por la Agencia Boliviana de Información (ABI).
Según Goligner, el Departamento de Estado no sólo tenía conocimiento previo del golpe, sino que financió y asesoró a los actores y organizaciones hondureñas que participaron en la asonada.
"La presencia militar estadounidense en Honduras, que ocupa la base militar de Soto Cano (Palmerola), autorizó el golpe de Estado con su complicidad tácita y la negativa a retirar su apoyo a los militares hondureños", mientras que el embajador norteamericano en Tegucigalpa, "Hugo Llorens, coordinó la expulsión del poder del presidente Manuel Zelaya, junto con el subsecretario de Estado Thomas Shannon y John Negroponte, quien trabaja actualmente como asesor de la Secretaria de Estado Hillary Clinton", sostuvo la investigadora.
Entre otras pruebas, Goligner destacó las siguientes:
-Desde el primer día del golpe, el gobierno de Washington ha hablado de las "dos partes" involucradas y la necesidad de un "diálogo" para restituir el orden constitucional, legitimando de esta forma a los golpistas.
-El Departamento de Estado se ha negado a calificar legalmente los sucesos de Honduras como un "golpe de Estado", no ha suspendido ni congelado su apoyo financiero y el comercio con el país, ni ha tomado medidas para presionar eficazmente al gobierno de facto.
-Washington manipuló a la Organización de Estados Americanos para alargar el tiempo de debate sobre lo que había que hacer y así no apoyar el regreso inmediato del presidente Zelaya al poder, como parte de una estrategia que sigue en pie y simplemente busca legitimar al gobierno de facto y desgastar al pueblo hondureño que todavía se resiste al golpe.
-La Secretaria de Estado Clinton y sus voceros dejaron de hablar del regreso del presidente Zelaya al poder luego de la designación de Oscar Arias, presidente de Costa Rica, como "mediador", y ahora califican al dictador que asumió el poder ilegalmente durante el golpe, Roberto Micheletti, como "presidente interino".
-La estrategia de "negociar" con los golpistas fue impuesta por el gobierno de Obama como una manera de desacreditar al presidente Zelaya -culpándolo por los hechos que provocaron el golpe- y legitimando a los golpistas.
-Congresistas estadounidenses -demócratas y republicanos- organizaron una visita de unos representantes de los golpistas de Honduras a Washington, a los que recibieron con honores en diferentes instituciones de la capital estadounidense.
-A pesar de que fue el senador republicano John McCain quien coordinó la visita de los golpistas a Washington a través de un bufete de lobby, The Cormac Group, actualmente es el abogado de Bill Clinton y amigo cercano de Hillary, Lanny Davis, a quien se ha contratado como "lobbista" para lograr la aceptación pública de Washington del gobierno de facto en Honduras.
-Otto Reich y el venezolano Robert Carmona-Borjas, quien fue abogado del dictador Pedro Carmona durante el golpe de Estado de Venezuela en Abril de 2002, ayudaron desde Washington a preparar el escenario para el golpe contra el presidente Zelaya en Honduras.
-El equipo de diseño del golpe de Estado en Honduras designado por Washington también incluía a un grupo de embajadores de Estados Unidos recientemente nombrados en Centroamérica, expertos en la desestabilización de la revolución cubana, y a Adolfo Franco, ex encargado del programa de Cuba de la USAID.
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