A 17 días del golpe de Estado en Honduras la situación empeora día a día, las tácticas dilatorias de Estados Unidos al proponer un “diálogo” y nombrar a Oscar Arias como mediador y Costa Rica como sede de estas “conversaciones” están dando por resultado un fortalecimiento de la represión y un afianzamiento de los golpistas, pero también ha dado por resultado un movimiento popular fuerte que resiste el golpe y exige el regreso inmediato del régimen democrático y constitucional.
Roberto Micheletti, cabeza visible de este golpe, nombra funcionarios para su gobierno de facto a diestra y siniestra, aprueba un presupuesto con recortes y leyes que traspasan rápidamente millones y millones a la empresa privada, pero no logra gobernabilidad.
La misma empresa privada beneficiada por los golpistas esta perdiendo a diario, por las carreteras cortadas, el ambiente inaceptable para la inversión y el estado de sitio. Los mismos ricos están llevándose su dinero al exterior y produciendo por propia mano el vaciamiento de las reservas. Esto último tiene casi instalado un corralito bancario en Honduras, mientras se dan gastos militares extras.
El Congreso Nacional está sesionando con medio quorum, el Partido Nacional participa por debajo de la mesa en apoyo al golpe y por arriba simula que balconea, con Porfirio Lobo Sosa, su candidato presidencial a la cabeza; mientras que otros del mismo partido, se ensucian las manos en el gobierno de facto, por vocación y necesidad.
Las figuras del estrellato en este gobierno golpista son las damas del opus dei, los señores desempolvados, también del opus, pocos jóvenes, y muchos desconocidos.
Ante todo esto un frente nacional contra el golpe que encontró en la calle una propuesta efectiva, pero muy desgastante, el “aguante” lo hace la población indígena campesina, negra y los nuevos movimientos sociales, mujeres, ambientalistas, derechos humanos y jóvenes. Y al sumar, es bastante para hacer mucho ruido, en muchas partes del país simultáneamente, y la movilización y protesta no ha parado. Pero a 17 días seguidos de calle, carreteras y represión, la tensión es grande, la militarización del país también.
De a poco se van montando otras vías, como es la respuesta organizada para parar la violación a los derechos humanos, en la que se apuntan las organizaciones urbanas. Y la posibilidad de que, a partir de esta iniciativa amplia por los derechos humanos, surja (a propuesta del movimiento feminista y otros grupos) un diálogo nacional alternativo al de San José, amplio antigolpista para analizar las vías de salida pacifica.
La cosa no prospera hasta hoy por ningún lado, aunque se sostiene Micheletti un día mas, y los sectores antigolpistas no logran sacudirse este gobierno de facto que se va convirtiendo en un régimen represivo que habla de democracia y constitución y suspende derechos humanos.
Además a este escenario se siguen sumando personajes de la ultraderecha de Venezuela, que han instalado una base antichavista en Honduras, mientras cuentan al mundo que este país era un baluarte chavista. Una manera interesante de montarse su avanzada internacional para impulsar las derechas en América Latina, argumentando el peligro de la invasión chavista, que no se ve por ningún lado.
La gente del pueblo esta cada día mas enojada, y salen a las calles enfrentando los escudos de los antimotines, las tanquetas, y lo que venga, y no se apartan; los hombres trabajadores, campesinos, las mujeres amas de casa, obreras, feministas, que les gritan e insultan a los policías y soldados, los amonestan por traidores, o los arengan desde muy cerca con mensajes sobre las madres, hermanas, origen de clase, y las nefastas consecuencias del servilismo a los ricos. Pero todos están cada día mas golpeados y mas enojados, y la gente no les tienen miedo a los armados, pero eso no quita ni disminuye la desigualdad enorme de fuerza y poder (de aniquilamiento también, como ya se vio).
El gobierno de facto de Micheletti esta utilizando el crimen organizado para fines políticos, encargando al sicariato las muertes de dirigentes sociales y populares.
El aparato judicial hondureño no garantiza nada, no es que funcionara mucho antes del golpe, pero ahora no funciona del todo. Aparecen pruebas y cargos, acusaciones, y hasta cartas firmadas por el presidente, como ya se vio en todo el mundo. El sistema de justicia esta deshabilitado, aunque con todo el formalismo armado a favor del régimen golpista.
Las marchas a favor del golpe, las famosas marchas de blanco, pierden fuerza, aunque la derecha joven hizo su escuela con sus maestros venezolanos antichavistas, y aparecen en la tele, perfilando los nuevos lideres de la oligarquía movida por el terremoto social, que les ha llevado a la "participación social" directa, con las banderas patrias al ristre, planchados y sudando lociones y perfumes al sol.
Las mujeres del opus dei destacan en el gobierno y en los tablados de las plazas desde donde arengan a las madres abnegadas en nombre de dios, jesus y la virgen maría, la democracia y la paz.
Desde Olancho, departamento de donde es originario el Presidente Manuel Zelaya Rosales, la gente llama a las radios que aun funcionan sin plegarse al golpismo, o funcionan por ratos (en los otros se va la luz, o la señal, o las cierran no mas), y avisan que están cansados, que están indignados por la persecusión y la violencia.
A nivel internacional la ONU desconoce oficialmente el gobierno golpista, pero en Honduras no brindan apoyo ninguno, las puertas de sus oficinas en Tegucigalpa están literalmente cerradas y los teléfonos atendidos solo por contestadoras.
Desde EEUU llegan a Honduras ecos de una propuesta de adelantar elecciones e impulsar las conversaciones que modera Arias, y desde Costa Rica avisan que el dialogo esta digitado. Mientras tanto Hugo Llorens, embajador del imperio, experto en golpes de Estado sigue en Tegucigalpa.
La población hondureña espera, a alguna hora del día, el comunicado oficial que informará la hora del toque de queda, o la suspensión de la medida. Las detenciones siguen, mas de mil quinientas por ahora.
La última muestra del “diálogo” que propicia Micheletti se dió en las puertas del Instituto Nacional de las Mujeres, las mujeres fueron empujadas, golpeadas, insultadas, amedrentadas, amenazadas con armas cargadas, y rodeadas por efectivos armados y hasta con tanquetas, mientras resonaban sus voces repitiendo "ni golpes de estado ni golpes a las mujeres".
Otra más, desconocidos coparon la casa del cuñado del ministro de la presidencia en el exilio, lo golpearon y ataron a su familia preguntando por el dinero de la cuarta urna. El gobierno de Micheletti ha desatado, junto los medios, una campaña para acusar de corrupción a funcionarios del gobierno de Zelaya, por supuestos manejos de fondos para la promoción de la cuarta urna que se buscaba instalar en las elecciones de noviembre para preguntarle al pueblo hondureño si querían instalar una constituyente para reformar la constitución.
En Honduras se está viendo la aplicación de una reedición del viejo manual para el golpista latinoamericano, no es una reimpresión porque han agregado y corregido elementos, como no poner directamente a los militares al frente del poder, sino que irlos colocando de a poco en el gobierno bajo el manto de “oficiales retirados”, como el torturador Billy Joya Améndola, nombrado “ministro consejero” del gobierno de facto o un general retirado experto en inteligencia nombrado en la Dirección Nacional de Migración.
Mientras tanto Estados Unidos propicia el “diálogo” entre las “partes” y de hecho reconoce el gobierno golpista al aceptar que tiene derecho a estar en una mesa planteando posiciones. Zelaya no debería olvidarse que en 1842 los costarricenses llamaron a Francisco Morazán para que les diera una mano y lo terminaron fusilando.
MK
Feministas en Resistencia
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